La naturaleza nos tuvo amedrentados durante demasiado tiempo. Pude ver el miedo en la mirada de mi padre y de mi madre, de mis hermanas, de mi hermano, de tanta gente a la que quiero y con quienes todavía hoy, me cuesta sostener la mirada.
Y sí, antes, en muchas ocasiones, había sentido miedo, muchos tipos de miedo, pero no había sentido el miedo que provoca pensar que, en cuestión de segundo todo, absolutamente todo puede saltar por los aires.
Fueron 85 días, casi tres meses, tomando decisiones bajo la presión del miedo.
Y aquí estoy, en pie, destilando mi propia medicina, toda esta experiencia y los aprendizajes que me ha dejado el haber vivido esta tragedia, dispuesta a acompañarte en este viaje que haremos justas, para que pases de la indecisión a la acción y puedas afrontar y superar el miedo a tomar decisiones.
Si quieres hacerlo, si sientes que es el momento, te tiendo mi mano para acompañarte en este camino.